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Jorge Cortez Pepinos, un ex Senain bajo la lupa por testaferrismo

  • mh
    3 de enero de 2022

El capitán Jorge Isaac Cortez Pepinos es poco visible ante la opinión pública, pero al interior de la Policía Nacional es conocida su cercanía con las altas esferas: su roll fue clave en las labores de espionaje de la desaparecida Senain, permaneció cerca del ex presidente Lenín Moreno; y, actualmente, se mantiene a la diestra de la comandante general Tannya Varela y del subcomandante Carlos Cabrera. En medio de esas relaciones de poder debe sortear investigaciones por enriquecimiento ilícito, lavado de activos y perjurio.

Cortez Pepinos fue un oficial operativo de la Dirección General de Inteligencia y asesor del despacho del exsecretario de Inteligencia, Rommy Vallejo, entre 2014 y 2018. Su trabajo allí fue interceptar y manejar redes sociales, elaborar informes y hacerse cargo de los pagos a personas que pudieran ofrecer información de utilidad (informantes).

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En 2018, su nombre aparece entre los citados por la Fiscalía para dar su versión en el Caso Balda y también como director de la oficina de Enlace Policial del Servicio de Seguridad Presidencial. Un registro de sus viajes con el entonces presidente Lenín Moreno reposa en los archivos de pagos de viáticos de la institución, por acompañar al mandatario a Guayaquil, del 1 al 3 de junio de ese año.

En septiembre de 2018 la Senain fue eliminada por Moreno, en su lugar se creó el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), se cambió a las cabezas; y, con esto, la institución base del espionaje correísta quedó disuelta, no así su equipo de Inteligencia que se mantuvo vigilante y a la espera de nuevas  instrucciones.

La oportunidad se presentó en las elecciones presidenciales de 2021, cuando las antiguas cabezas de la ex Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain) conformaron un grupo de acción estratégica en favor de la candidatura de Andrés Arauz. Esto según un informe reservado al que tuvo acceso Pi.

Nuevamente, bajo el mando de Rommy Vallejo y pese a estar en servicio activo en la Policía Nacional, Cortez Pepinos se hizo cargo de las operaciones de contrainteligencia paralelas, desinformación y del vínculo con medios digitales pagados, así como el contacto con los generadores de opinión afines a la Revolución Ciudadana.

Lea aquí el informe

EL RETORNO DE LA SENAIN

Luego de las elecciones presidenciales, Jorge Cortez fue designado al Distrito Portete de la Zona 8 de Guayaquil, se encontraba en Santo Domingo hasta que fue llamado a la Comandancia General de la Policía en Quito, para que actúe como asesor de la general Varela y el subcomandante Carlos Cabrera.

El equipo de investigación de este portal pudo confirmar con fuentes internas de la institución que los generales antes citados encargaron a Cortez detectar el origen de “varios pasquines” en contra de ambas autoridades. No se detalló el contenido de dichos pasquines, pero cabe recordar que Varela fue acusada por el general de la Policía Víctor Araus de una presunta falsificación de documentos para ascender a la jefatura de la institución y que el embajador de EE.UU. en Quito, Michael Fitzpatrick, denunció la existencia de «narco generales» en Ecuador.

La Contraloría General inició auditorías al patrimonio de 25 generales de Policía, entre ellos Varela y el subcomandante Cabrera.

Bajo la lupa: patrimonio y testaferros

Las primeras investigaciones internas de la Policía Nacional apuntan a que Cortez Pepinos justificó pagos inexistentes provenientes de gastos especiales durante su permanencia en la Senain entre 2014 y 2018, lo que le permitió acumular un patrimonio de al menos USD 1,6 millones, utilizando a testaferros para esconder el origen ilícito del dinero.

Esa cantidad es similar al avalúo de cuatro propiedades en su poder: tres adquiridas por Cortez y su cónyuge Tatiana Ortiz Flores, quien fue jefe de contrataciones de Seguro Sucre (un cargo al que llegó por relaciones con José Serrano y Diego Sánchez Silva, el empresario que manejó la aseguradora estatal a su antojo). Trabajó además en el área de Compras Públicas la Corporación Nacional de Electricidad y la Contraloría General del Estado.

Se identificó una propiedad adicional comprada por su madre Maura Pepinos Dávila. Todo esto entre 2014 y 2016; es decir, los dos primeros años de Cortez en la Senain.

Las cuatro propiedades están avaluadas actualmente por un total de USD 1’568.301,6. La primera propiedad fue adquirida por USD 118.400 el 21 de agosto de 2014, en el sector de Carcelén. Dos semanas más tarde adquirieron un préstamo hipotecario por una cantidad similar. El total pagado al vendedor fue de USD 140.000 que pagó con un cheque.

En marzo de 2015, la madre de Cortez (Maura Pepinos Dávila) compró un terreno en Pimampiro (Imbabura) de 11.602 metros cuadrados, sin construcciones, sembríos ni cerramiento, por USD 20.359 que pagó en efectivo, en billetes de 100 dólares.

El octubre de ese mismo año, Cortez y su esposa adquieren una casa de dos plantas y un área de 270 metros cuadrados, en el Conjunto Plaza Jardín, en Ibarra.  Esta propiedad tuvo un costo de USD 121.656, que también se pagaron en efectivo.

Al año siguiente, en agosto de 2016, la pareja vendió esta casa por la misma cantidad Washington Cortez Pepinos, hermano del capitán Jorge Cortez. Y en septiembre siguiente compran un terreno de 1.056,5 m2 en el barrio La Buena Esperanza, en Tumbaco. Esto, según su precio  en escrituras, costó USD 97.000.

El total desembolsado por Cortez, su esposa y su madre en las cuatro propiedades suma USD 400.742,86, lo equivale apenas a una cuarta parte del avalúo actual de las propiedades: USD 1’568.301,60.

Jorge Cortez refleja dos préstamos en el ISSPOL. El primero de tipo quirografario por USD 149.520 del 7 de diciembre de 2017, mismo que fue cancelado en su totalidad el 6 de abril de 2018. Y un préstamo quirografario anterior por USD 4.162, adquirido el 6 de mayo de 2013 y cancelado  el 12 de junio de 2014.

Las cuentas no cuadran

Lo curioso es que la cantidad de dinero registrado tanto en depósitos como en transferencias, en todas las cuentas bancarias de Cortez, su esposa y su madre, no reflejan en suma esos USD 400.000. Según un informe de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE) en manos de Periodismo de Investigación, de 2014 a 2019, Cortez Pepinos registró depósitos por USD 6.600 y transferencias por USD 29.000 en su cuenta en la Cooperativa de la Policía Nacional.

En el mismo período, su cónyuge Tatiana del Rocío manejó dos cuentas: una en la Cooperativa de la Policía, en donde registró USD 61.500 en depósitos y transferencias; y, en el Banco Rumiñahui, con USD 124.934 en depósitos y USD 55.448 en transferencias.

La madre del oficial manejó tres cuentas bancarias entre 2014 y 2019. En el Banco de Desarrollo de los Pueblos registró USD 121.368 en depósitos y USD 75.992 en transferencias; en Banco de Fomento, depósitos por USD 10.100; y, en el Banco del Pichincha, USD 48.680 en depósitos y USD 67.600 en transferencias.

Las declaraciones patrimoniales del capitán Cortez tampoco evidencian el capital invertido en sus propiedades. De hecho, no existe un registro de estos documentos antes de 2020 en la Contraloría General. En los archivos de la entidad de control existen casilleros para los años 2012, 2014 y 2016, pero ninguno cuenta con los documentos de las declaraciones de bienes de Cortez.

Es apenas en 2020 que la Contraloría muestra que Cortez declaró USD 161.066 en activos, USD 46.536 en pasivos, y un patrimonio de USD 114.530. Al año siguiente, en 2021, ese capital se multiplicó llegando a USD 870.314,54 en activos, USD 568.591 en pasivos, y un patrimonio de USD 301.723,51

Organigrama presentado por el Departamento de Investigación de la Conducta Policial Zona 9

La diferencia entre ambos años radica en que el último año, el oficial registró a varios acreedores entre los que menciona a personas de su entorno cercano como su madre Maura Rosario Pepinos Dávila, a quien adeuda USD 130.000 desde 2018; y a su hermano Washington Cortez Pepinos, con deudas por USD 50.000.

A partir del 2017

Tres personas del entorno cercano de Cortez fueron propietarios de bienes inmuebles en Pichincha e Imbabura, avaluados por cerca de USD 1.6 millones: su esposa Tatiana Ortiz, su madre Maura Pepinos; y, su hermano Washington Cortez Pepinos. Parte de estos bienes se vendieron en los años siguientes.

Es aquí donde aparece un cuarto nombre y es el de Diana Carolina Cano Zumárraga. Sobre su relación con el oficial de policía no se ofrece mayor detalle, pero es quien en 2018 compró la casa de Cortez en Tumbaco. Ese mismo año Cortez y su esposa también vendieron su departamento en Carcelén.

En diciembre de 2019, Cortez Pepinos abrió la empresa Spicegroup S.A, con RUC. 1793039960001. La actividad principal de esta firma es la venta al por mayor de especias, comercialización de enlatados y conservas.

Desde la fecha de constitución, Cortez se mantiene como gerente y socio mayoritario de la empresa. Trabaja junto a Jacinto Zorobabel Moncada Chachapoya que, además de ser presidente y accionista minoritario, registra “actividades de clubes nocturnos (night club)”, según la Superintendencia de Compañías.

En 2020, Cortez y su esposa compraron dos vehículos, un Toyota Prius Sport y un Toyota New Fortuner Jeep, ambos del año cuyo costo oscila entre USD 25.000 y USD  50.000, respectivamente

A continuación las declaraciones juradas de los años 2020 y 2021.