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La niña a quien la Policía montada agredió en el 3D y la Fiscalía ignoró

  • mh
    14 de diciembre de 2015

Imagen: La Policía montada jugó un papel importante para atemorizar a los manifestantes del 3D.
Jugar en el parque El Ejido, en el centro de Quito, era una de las actividades preferidas por D. y DD., de 11 y 9 años, respectivamente. Lo fue hasta el pasado 3 de diciembre (3D), uno de los peores días en la vida de su familia.
Su madre, Patricia Almeida Moreno, con indignación y dolor, recuerda lo que ocurrió en el marco de las recientes manifestaciones contra las reformas constitucionales impulsadas por el Gobierno de Rafael Correa Delgado, en el poder desde 2007.
Eran alrededor de las 17:15 cuando Patricia, sus dos hijas y dos nietos regresaban de la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador (ESPE), donde el equipo que dirige su esposo, Juan Carlos Paredes, ganó la final de un campeonato interfacultades.
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Pero la felicidad duró poco. De pronto –recuerda la madre– D. gritó: “¡Mami, mami, los caballos, los caballos! Entonces cogí a mis dos nietos y les mandé para arriba, pero no alcancé a cogerle a mi DD, cuando uno de los jinetes le mandó lejos y se cayó. Un señor fue a ayudarle porque no podía respirar. Los caballos vinieron por encima de todo el mundo. Mi hija estaba desesperada, veía a un lado y a otro, quería gritar y no podía. 
Los paramédicos de la Cruz Roja la examinaron. Vieron que tenía un golpe a nivel de las costillas y dijeron que había que llevarle de urgencia al Hospital del Seguro porque le faltaba el oxígeno”.En pocos minutos llegaron a la sala de Emergencias del hospital Carlos Andrade Marín, que pertenece al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Según relata Patricia a MilHojas.is, no quisieron recibir a la niña, pese a que uno de los miembros del equipo de la Cruz Roja coordinó para que DD. fuera internada y atendida de inmediato.


Yo les dije ¿por qué son malditos?, ¿por qué son abusivos?, ¿por qué se pegan con los niños?


Luego de hablar con los responsables de Emergencias, autorizaron que pase para tomarle los signos vitales y tramitar su admisión.
“Mi hija dice que el policía le golpeó con la bota y que se cayó para atrás. Todavía sigue adolorida.  Le juro que si no hacía eso le arrastraba el caballo y encima le caían los otros porque no fue uno, fueron algunos policías que venían como locos dando sablazos a todo el mundo. Yo les dije ¿por qué son malditos?, ¿por qué son abusivos?, ¿por qué se pegan con los niños?, pero el policía ni regresó a ver, lo único que le interesó es golpear a la gente”.
Si esto eriza los cabellos, este caso acarrea más ataques a la integridad física y psicológica de la pequeña  DD. Con lágrimas en los ojos, Patricia continúa el relato de aquel trágico 3D. Cuenta que, como ella no lleva consigo los documentos de sus hijos, fue a buscarlos en su casa, que queda cerca del Hospital del IESS.
Imagen: Los policías agazapados en sus caballos tomaron control efectivo del lugar, en el parque de El Arbolito, para no permitir el paso de los manifestantes a la Asamblea Nacional.
Cuando regresó se llevó otra sorpresa pues encontró a un policía que tomaba fotos de DD., sin su conocimiento ni  autorización. “Le dije que cómo así  está haciendo fotos y me respondió que son asuntos rutinarios, que siempre hacen eso cuando hay heridos en las manifestaciones. Me dijo que no me preocupe, que no va a pasar nada, que es agente del Ministerio del Interior, que le mandaron a pedirme disculpas y que no me va a pasar nada, que simplemente es de rutina. Yo le insistí que, sin mi autorización, no puede tomarle ni una sola foto a mi hija. Después resulta que a mí también me ha tomado fotos sin darme cuenta. Eso me dijo el guardia de emergencias”.
Más tarde, cuando un médico llegó a revisar a DD, lo primero que hizo fue preguntar con quién estaba Patricia: “con las bullas  o con el señor presidente”.  Ella respondió que ni con los unos ni con los otros sino con sus hijos y le increpó: “Así hubiese estado en las bullas, usted no tiene por qué averiguarme. El doctor me respondió que ‘por nuestro señor presidente la nena está siendo atendida como se debe’”.
Indignada Patricia señala que su esposo ha aportado al IESS más de 30 años y revela que al médico, de quien no recuerda el nombre, le dijo que, en vez de doctor, debió hacerse político.
Una señora que presenció este episodio le recomendó que denunciara  al médico, pero ella no lo hizo porque confiesa que sintió temor de que hiciera algo contra su hija.
Otro hombre, que dijo que trabajaba en el Ministerio del Interior fue más tarde al hospital para decirle a Patricia que no se preocupara por nada, que en el Seguro le iban a atender de primera y que les darán todo lo que necesiten. “Yo le dije que no vendo la vida de mi hija, que muchas gracias y me fui. Desde que pasó eso ni siquiera han preguntado cómo está mi hija”.

EL DIAGNÓSTICO MANIPULADO Y LA DEMANDA NEGADA POR LA FISCALÍA
Los miembros del equipo de emergencias de la Cruz Roja que atendieron a DD. en cuanto ocurrió el incidente con el policía a caballo informaron a su madre que la pequeña  sufrió politraumatismos por un golpe a nivel de las costillas. Por ello recomendaron trasladarla de inmediato al hospital del IESS. No obstante, los médicos que la auscultaron en el Andrade Marín y le realizaron una serie de radiografías le dijeron que no es mayor cosa, que solo es un  golpecito. Para el dolor,  le recetaron un frasco de Paracetamol y pare de contar.
Patricia tiene una explicación para este cambio. “Como llegó todo el mundo a hablar con los médicos, dijeron después que no tiene nada, que es solo un golpecito o que se cayó, como ocurre con todos los niños”. Según Patricia, personas que se identificaron como agentes del Ministerio del Interior fueron a tratar el caso y, aunque le ofrecieron ayuda y aseguraron que DD recibiría la mejor atención, ella piensa que solo fueron a presionar para que el informe médico librara de responsabilidad a la Policía.
Imagen: Los padres de la niña agredida por la Policía montada fueron a la Unidad de Flagrancias de la Fiscalía para denunciar el hecho. Allí les dijeron que nadie puede demandar a la institución por sus actuaciones durante manifestaciones.
Ante ello, al día siguiente (4 de diciembre) Patricia y Juan Carlos deciden demandar a la Policía. Primero acudieron a la  Unidad de Flagrancias de la Fiscalía. De ahí les mandaron a una oficina ubicada en la avenida Amazonas. En el primer piso de esta dependencia ocurrió algo más insólito todavía. Una funcionaria les dijo que la demanda no es válida porque no hay muertos y porque la niña no está rota la cabeza, las piernas, ni nada.
Juan Carlos asegura que no quiere demandar a la Policía para sacar dinero sino para sentar un precedente y para que se haga justicia con su hija.” Yo sé que para esto hay que tener dinero e influencias. Yo creo que oyeron Policía y se asustaron, pero uno como padre, como ser humano queda indignado”.
Patricia recuerda que el día que fueron a poner la denuncia le llamó por teléfono una señora que dijo ser asesora del Ministro del Interior (José Serrano). “Dijo que nos pedía muchas disculpas por lo que le había pasado a la niña y que nos van a apoyar en cualquier cosa”.
Juan Carlos levanta la vozy acota: “Yo veo en las noticias que las esposas de los policías heridos en las marchas van a presentar una demanda internacional y pregunto: ¿a la gente que no estuvo en las manifestaciones y fue herida quién nos ve, quién nos respalda? ¿Mi hija qué tiene que ver contra el Gobierno?… y fue agredida. ¿Dónde está el Estado? ¡Solo nos tiene a nosotros! Si yo tuviera dinero demandaría a la Policía y seguiría hasta las últimas consecuencias!”.
A Patricia Almeida también le indigna que nadie se haya preocupado de la agresión a su hija y que las visitas y llamadas que ha recibido de funcionarios del Gobierno hayan sido solo para proteger al policía responsable del repudiable hecho. “ Ni hablan de nuestro caso, eso es lo que indigna, que sean tan inhumanos, que solo ellos valen, solo ellos han sido golpeados. Hay derechos de los niños, pero no los respetan”.
Patricia y Juan Carlos esperan que esta historia contada por MilHojas.is sirva para que algún organismo que se ocupa de la defensa de los Derechos Humanos pueda asesorarlos gratuitamente para hacer efectiva la demanda contra la Policía en las cortes nacionales o internacionales.


¿Mi hija qué tiene que ver contra el Gobierno?… y fue agredida. ¿Dónde está el Estado? ¡Solo nos tiene a nosotros!


Ambos tienen 50 años y son cabeza de una humilde familia que se sustenta con el trabajo de Juan Carlos, que es entrenador particular y empleado de la Asociación de Fútbol Nacional Amateur (AFNA). Patricia es ama de casa y se dedica a cuidar de sus tres hijos y dos nietos.
A Patricio se le hace un nudo en la garganta por la impotencia que siente. “Mi hogar es sencillo, no busco dinero sino que llamen la atención a los policías que no cumplen su deber y que les sancionen para que sienten un precedente y para que en las próximas  marchas no salgan a atacar a la gente. Esos valores inculco a mis hijos. La gente que actúa mal debe ser sancionada”.

LA SALUD FÍSICA Y PSICOLÓGICA DE DD EMPEORA
Luego de la agresión del 3D, por decisión de sus padres, DD no fue a la escuela hasta el jueves pasado. Aparentemente estaba evolucionando bien, aunque se quejaba de un dolor en el pecho. “Mi hija era muy activa y alegre, ahora pasa solo en la casa”.
Sus padres, preocupados por esta situación, decidieron llevarla ayer al Estadio Olímpico Atahualpa, donde trabaja Juan Carlos regando la cancha y conduciendo el carrito de asistencia médica deportiva de emergencia.
Lo hicieron con el propósito de ver la reacción de la pequeña DD al volver a mirar a los policías montados, que suelen vigilar por el orden durante los partidos.
Video: Los padres de la menor herida dan su testimnio el día de las manifestaciones, el 3 de diciembre de 2015.
El resultado fue alarmante. Vía telefónica, la tarde de ayer Patricia Almeida dijo a MilHojas.is que DD volvió a sangrar por la nariz con frecuencia y que el dolor de pecho es más fuerte.
“No puede ver a los caballos. Apenas se acercó comenzaron los gritos y los chillidos. Los señores de la Cruz Roja le calmaron y nos dijeron que la niña está traumada y nos recomendaron llevarla a un psicólogo”.
Juan Carlos Paredes advierte que no se quedarán cruzados de brazos. “Estando o no en las manifestaciones esto no debía ocurrir, todos somos iguales, los policías también tienen familia, tienen hijos, no se dan cuenta de lo que están haciendo.  Cada vez que me acuerdo me da más indignación. Veo a los policías y le digo ignorantes, locos, a mi hija casi le matan, qué hacen, qué les enseñan, ustedes también tienen familia. Espero que esto no le ocurra a nadie más”.
Patricia señala que jugar en El Ejido pasó de ser un sueño a una pesadilla.  “D., mi hija mayor me dice: ‘Mami, mami, ahí fue lo que nos pasó con los caballos, yo le decía a mi ñaña que respire, que no nos haga esto’. Mi nieto dice: ‘Así le botó el caballo a mi ñaña y no podía respirar’. Mi DD solo ve, ve, se le van las lágrimas y dice que tiene pena de los policías porque no saben lo que hacen y que seguramente a ellos también les pegan en la Policía”.

PUNTO DE VISTA
'ME CUESTA CREER QUE UN FISCAL NO HAYA RECIBIDO LA DENUNCIA'
Daniela Salazar, jurista y catedrática de la Universidad San Francisco de Quito
"De ser cierto todo lo que denuncia los padres de la niña, hay varias violaciones de los derechos humanos  en este caso, pero lo que más me llama la atención y resulta difícil de creer es el hecho de que no hayan recibido la denuncia en la Fiscalía. Es su obligación recibir denuncias y lo hacen todos los días contra la Policía. Distinto es que no siempre las investigan con la debida diligencia y la suficiente imparcialidad. Peor si denuncian que en el hospital se produjeron posibles alteraciones a la evidencia, a la historia clínica, más aún si se trata de un hospital público. Y deja mucho qué desear lo que se pueda lograr con la investigación.
Imagen: Daniela Salazar, abogada especializada en Derechos Humanos.
Realmente cuesta creer que un fiscal no reciba la denuncia, eso es muy extraño. El solo hecho de que la Policía saque sus caballos y los use como lo hizo, más allá de que la víctima sea una niña y de que haya estado o no en la manifestación, evidencia el uso desproporcionado de la fuerza tomando en cuenta la escasa participación de manifestantes. Yo estuve ese día en las marchas y hubo muy pocos manifestantes frente a la cantidad de policías y al tipo de armamento, que incluye a los caballos.
Hay suficientes evidencias en videos que muestran como persiguieron a la gente que se manifestaba y que no representaba ningún tipo de riesgo para la Policía porque la gente no salió armada. Cuando hay un uso desproporcionado y progresivo de la fuerza siempre hay violación de los derechos de personas inocentes, hayan o no participado en las manifestaciones.
De oficio, la primera entidad que debe investigar el caso es la Fiscalía, no tiene que esperar que se presente una acusación particular, porque en primera instancia, según establece la Constitución, el Estado es el principal y mayor responsable de la defensa de los derechos humanos. En el ámbito particular, podrían ayudar a los padres INRED, la CEDHU y, en determinados casos, el Consultorio Jurídico Gratuito de la USFQ, si es que está dentro de lo que permite y regula la Defensoría Pública".

MilHojas.is