Skip to main content

Mes: enero 2020

EL BAILE DE LOS QUE SOBRAN

Periodismo de Investigación | Tiempo de Lectura: 7 min
Alarma a nivel internacional por persecución a sindicalista bananero
La persecución en contra de Jorge Acosta Orellana, impulsor de la primera organización nacional de trabajadores bananeros, Asociación Sindical de Trabajadores Bananeros, Agrícolas y Campesinos (ASTAC), se ha agudizado al punto de querer silenciarlo mediante una demanda penal. Por ello la ONG Swedwatch instó a los compradores de banano de Europa a pronunciarse sobre el inicio de este proceso penal.  Acosta es identificado como un defensor de los derechos laborales y un luchador de los problemas de salud, seguridad e impactos ambientales de las actividades del sector bananero.
Swedwatch es una organización sueca sin fines de lucro, conocida por investigar los impactos de las violaciones de derechos humanos en los países en desarrollo. Ha realizado varios eventos con empresas suecas importadoras de banano, interesadas en conseguir que sus proveedores respeten los derechos humanos.

Las compañías Axfood, Coop, Everfresh, Greenfood, Martin & Servera y Menigo, compradoras de banano ecuatoriano le hicieron llegar al gobierno ecuatoriano, en junio de 2019, una carta de apoyo al dirigente sindical, luego de que conocieran el inicio de una demanda en su contra.
La organización Swedwatch sostiene que mediante el uso de la figura de pánico económico, incorporada al Código Integral Penal en tiempos de la revolución ciudadana (agosto 2014), se busca coartar el trabajo que intenta consolidar el primer sindicato de trabajadores bananeros del país.
En la fiscalía se procesa una denuncia en contra de Acosta por el presunto delito de “pánico económico”, debido a declaraciones suyas sobre políticas y prácticas gubernamentales y empresariales, aplicadas en el sector bananero, que afectan los derechos de los trabajadores y contravienen cláusulas sociales del acuerdo comercial con la Unión Europea.


Declaraciones de Acosta en la televisora Ecuavisa, el 24 de mayo de 2018
Como eje central Acosta apalancó el principio que el trabajo en el sector bananero no puede considerarse temporal: el trabajo en las plantaciones de banano no es temporal, ni por ciclos, sino continuo e intensivo; que se exporta las 52 semanas del año y la mayoría de trabajadores en la cosecha y empaque trabajan hasta 12 horas al día, por 4 o 5 días a la semana.
Pese a esto, el gobierno de Rafael Correa, mediante Acuerdo Ministerial #054 (2016) incluyó a los trabajadores de la ganadería y del agro en la misma fórmula de pago con la que se regula a quienes laboran en cultivos de ciclo corto (como maíz, arroz, pimientos, tomates, etcétera), denominados así porque desde la siembra hasta la cosecha sus labores no duran más de 4 meses.


Meses antes de que Correa salga del gobierno (mayo de 2017) se expidió otro Acuerdo Ministerial, el #029, donde se incluía una forma de pago para el sector bananero como si fuese una actividad temporal.
Acosta puntualizó que el Acuerdo #029 despoja a los trabajadores bananeros de su salario básico. Y agregó que lejos de arreglar estas distorsiones el Ministerio de Trabajo del actual régimen expidió otro Acuerdo, ratificando los anteriores e incorporando cláusulas que profundizan la violación de derechos de los trabajadores bananeros, al señalar que laboran solo 36 horas a la semana y 6 horas al día, lo cual no ocurre en la práctica.
A ello se suma la forma de pago por avance o destajo. Ello significa que aunque los trabajadores laboren entre 8 y 12 horas diarias, se les paga de acuerdo al número de cajas de banano o se les da un número de hectáreas para que cumplan sus tareas en un tiempo determinado. Por eso las autoridades sostienen que son labores discontinuas.
Acosta ha dicho que estos acuerdos ministeriales violan la Constitución, el Código del Trabajo, tratados y convenios internacionales de Derechos Humanos, además de incumplir con el título 9 del acuerdo comercial con la Unión Europea, que se refiere al comercio y desarrollo sostenible. En el artículo 269 del mencionado título se establece que las partes se comprometen a respetar los convenios fundamentales de la OIT, dos de ellos son: el 087 referente a la libertad sindical y el 098 relacionado con contratación colectiva.
Esas declaraciones provocaron la persecución y el inició de una investigación por generar pánico económico, figura penal creada por el correísmo.

El denunciante
Quien interpuso la denuncia por pánico económico en contra de Acosta es un jornalero de 57 años que vive en Pascuales y no trabaja en la zona bananera. En el portal de la función judicial, el denunciante Felipe Santiago Cantos Merelo, registra dos procesos legales en su contra: uno por robo y otro por tenencia ilegal de arma de fuego.
Según consta en el proceso por tenencia ilegal de arma de fuego desde la fecha en que inició la instrucción Fiscal (3 de junio de 2004), hasta la detención de Cantos transcurrieron más de los 5 años, por tanto el juicio había prescrito.
La denuncia contra Acosta fue presentada en diciembre de 2018 y se la reactivó en abril de 2019, justo cuando ASTAC presentó ante el Ministerio de Comercio Exterior (28 marzo de 2019) una queja a nombre de los trabajadores bananeros por violación de derechos laborales y ambientales en el marco del acuerdo comercial con la Unión Europea, la cual se dio a conocer en el seno de la Comisión Europea y recibió el apoyo del Consejo Consultivo Interno Europeo y de 2 terceras partes del Consejo Consultivo Interno Ecuatoriano
Persecución
En diálogo con PI Acosta precisó que fue notificado para que comparezca ante la denuncia de presunto delito de pánico económico, por la Fiscalía séptima de Fe Pública de Guayaquil, mediante una llamada al teléfono celular de su hijo y que se le envió la citación a través de WhatsApp. Cuando fue a constatar la denuncia conoció un informe policial en el que constaba que ya había sido citado previamente en su domicilio, que no era cierto, y que tras la citación por WhatsApp, el policía encargado de la notificación recomendaba su detención para comparecer al proceso.
La denuncia no fundamenta el supuesto pánico económico que Acosta habría generado. Se circunscribe a las ya mencionadas declaraciones dadas en Ecuavisa y en indagar sobre los antecedentes y estatus de ASTAC y sobre los ingresos que perciba Acosta. “Lo increíble es el uso de la categoría de pánico económico para coartar la libertad de expresión”, resaltó Acosta.
El Código Integral Penal en el artículo 307, la figura de pánico económico es sancionada con 5 a 7 años de cárcel. En 2019, el relator especial de las Naciones Unidas sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, David Kaye, recomendó al Estado ecuatoriano despenalizar este tipo de delitos porque el uso de estas normas permitió enjuiciar medios de comunicación, periodistas y ciudadanos, por difamación a funcionarios públicos, “socavando las formas en que la libre expresión sirve para responsabilizar a los funcionarios públicos”.
Los abogados del dirigente sindical pidieron la ampliación de la denuncia, luego de que Cantos no asistió a la primera convocatoria a declarar… “Queremos determinar si conoce qué es pánico económico”, dijo Acosta y  “¿cómo un jornalero tiene para pagar un abogado?”.
Cantos tampoco acudió a la segunda comparecencia y pese a ello, el 15 de noviembre pasado ya pidió que se formulen cargos. “Estamos preocupados pues si el fiscal accede sería otra señal muy grave”, dijo Acosta.
El activista considera que detrás de este denunciante hay alguien con poder económico e incluso político y que este proceso es solo una pantalla para ocultar las intenciones de amedrentarlo.
¿Quién es Jorge Acosta y por qué la insistencia en silenciarlo?
En 2018 Swedwatch conoció el trabajo de ASTAC en un taller internacional y desde entonces ha monitoreado su trabajo. Esta ONG considera que la acusación en contra de Acosta es una amenaza a la libertad de expresión y asociación y forma parte de una tendencia global que pretende silenciar a los defensores a través de demandas, conocidas como “demandas estratégicas contra la participación pública”.
Para Swedwatch, personas como Acosta “desempeñan un papel tremendamente importante en contextos en los que no se puede dar por sentado el respeto de los derechos humanos, ya que protegen los valores básicos, incluida la transparencia y la rendición de cuentas”.

Acosta y ASTAC, que nació en el 2009 cuando denunció en Estados Unidos el uso indiscriminado de plaguicidas en plantaciones bananeras y sus afectaciones en la salud y el medio ambiente, son actores reconocidos también en otros contextos.
En Europa el activista se ha reunido con otros sindicatos y ha expuesto frente a varios parlamentarios europeos la realidad a la que se enfrentan los trabajadores en las bananeras, donde calificó al título 9 del acuerdo comercial con la UE que garantiza el cumplimiento de normas laborales justas y respeto a los derechos ambientales como “un adorno que no sirve para nada”.
Luego de estas reuniones se gestó la comisión de vigilancia del acuerdo comercial para Latinoamérica.
Acosta también fue invitado por OXFAM para participar en la campaña «Make Fruit Fair!” (Hacer que la fruta sea justa), que busca que gobiernos, supermercados y empresas respeten salarios, precios y el medio ambiente en el comercio de frutas tropicales, para con ello mejorar las condiciones de vida y de trabajo de cientos de miles de personas que cultivan, recogen y empacan esas frutas.
OXFAM es una ONG alemana que trabaja con pequeños agricultores y sindicatos de trabajadores de plantaciones de África, América Latina y el Caribe.
La primera campaña Make Fruit Fair! se hizo en 2015. En la última versión de 2018 se enfocó en el abuso de las grandes cadenas de supermercados que serían uno de los principales causantes de las violaciones de derechos que se dan en los países proveedores.
El activista además ha dialogado con Inmaculada Montero, actual consejera comercial de la delegación de la Unión Europea en Ecuador.
Acosta ha criticado que el acuerdo comercial de Ecuador con ese continente no tenga reglas claras para los grandes supermercados europeos, así como ha cuestionado el anuncio que hiciera el año pasado la cadena supermercados ALDI de reducir en $1 la caja de banano, pues implicaría violación de derechos humanos y mayor precarización de los trabajadores del sector.
En este contexto se ha reunido con representantes de esa cadena de suministros, que es la más grande de Europa y uno de los mayores destinatarios del banano ecuatoriano. El activista les planteó la necesidad de que se exija el sello “Comercio Justo” a los importadores de banano, que implique el cumplimiento real de respeto a los derechos laborales.
El activismo de Acosta lo ha llevado a presidir actualmente el Consejo Consultivo Interno de Ecuador para el Acuerdo Comercial Multipartes con la Unión Europea, pese a ello sigue enfrentando desde cuestionamientos a su representatividad laboral hasta varios intentos de amedrentamiento.
Las denuncias y exhortos hechos por Acosta han tenido una amplia cobertura en medios de prensa internacional. Toda esta exposición y presencia explica en gran medida que Acosta y su organización ASTAC se hayan convertido en un blanco a callar.
La postura de la OIT
La acusación en contra de Jorge Acosta de crear “pánico económico”, pone al gobierno ecuatoriano nuevamente en la mira de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este organismo ha pedido información al régimen sobre las circunstancias en que se inscribe esta denuncia en contra del activista.
No es la primera vez que la OIT llama la atención a Ecuador por temas relativos a Acosta y ASTAC.  Ya en 2015 reclamó al gobierno de Correa por no permitir el registro de ASTAC como sindicato.  Incumplimiento que hasta ahora subsiste.
El 18 de diciembre de 2019 Jorge Acosta fue invitado a reunirse con la misión de la OIT, que visitó Ecuador por pedido del gobierno para dar asistencia técnica en la elaboración del nuevo Código Orgánico del Trabajo. La misión de la OIT no solo tomó nota de este tema y hará un seguimiento al mismo, sino que además continuará vigilando que el Gobierno ecuatoriano cumpla las recomendaciones emitidas por el organismo internacional en torno al caso #3148, vigente desde el 18 de mayo de 2015.  El caso se refiere a la querella presentada por ASTAC y la Asociación Sindical de la Compañía Frutas Selectas S.A FRUTSESA ante la negación de las autoridades de Ecuador de registrar una organización sindical de trabajadores bananeros de varias empresas del sector.
La OIT ha mantenido abierto este caso (#3148) por más de cuatro años debido a que, no solo no se ha dado paso al registro de ASTAC, sino también porque es evidente que subsisten temas relacionados con violaciones a los derechos sindicales que no han sido resueltos por el estado ecuatoriano.
Para la OIT, en este caso el gobierno ecuatoriano incumple los convenios sobre Libertad Sindical y sobre Contratación Colectiva.  En «Últimas recomendaciones formuladas por el Comité de Libertad Sindical de la OIT, en octubre de 2019, Informe 391» se reiteran los pedidos hechos en 2015 y 2017 de que se otorgue el registro a ASTAC.
En dicho documento, el Comité de Libertad Sindical recuerda que en 2017 también pidió al gobierno ecuatoriano tomar medidas para que su legislación modifique el número mínimo de trabajadores afiliados, exigido para conformar una organización sindical a nivel de empresa. El gobierno respondió que había reformas legales en curso, pero hasta el momento no se han concretado.
El régimen sigue negándose a aprobar la solicitud de ASTAC, argumentando que los 31 miembros fundadores no mantenían relación de dependencia con un solo empleador y que la solicitud de aprobación como una organización social fue denegada nuevamente en 2016 por vicios de forma y de fondo. El Gobierno agregó también que el 9 de febrero de 2017, el Ministerio de Agricultura otorgó la personalidad jurídica a ASTAC como organización agro-productiva y que ASTAC no ha vuelto a presentar una nueva solicitud para ser aprobada como organización sindical.
El Comité de la OIT lamentó el argumento oficial para no reconocer a ASTAC porque sus afiliados no trabajen para un mismo empleador cuando a otros sindicatos de rama el gobierno ecuatoriano sí los ha reconocido (sectores florícola y del trabajo doméstico). También llamó la atención al Gobierno precisando que el reconocimiento de ASTAC como organización agro-productiva no garantiza la protección de sus derechos sindicales, por lo que el Comité en su último informe pidió una vez más al régimen que tome acciones para asegurar el registro de ASTAC, en caso de que lo vuelva a solicitar, y que mientras tanto brinden garantías a sus miembros.
El Comité además destacó la actuación de ASTAC como defensora de los derechos de los trabajadores bananeros. Precisó que en 2010 y 2016 ASTAC presentó dos denuncias ante la Defensoría del Pueblo por violaciones a sus derechos y que ASTAC también denunció ante la Fiscalía no solo despidos antisindicales, sino la difusión de listas negras, actos de persecución y represalias (el 8 de noviembre de 2017, 8 de noviembre y 28 de marzo de 2018). Ante ello el Comité le recordó al Estado ecuatoriano que establecer listas negras de sindicalistas es una grave amenaza para el libre ejercicio de los derechos sindicales y, en general, los gobiernos deberían tomar medidas enérgicas para combatir tales prácticas.[1]
ASTAC ha seguido denunciando nuevos despidos en distintas haciendas bananeras, actos de intimidación sin que el Gobierno se pronuncie al respecto. Por ello el Comité insistió al régimen investigar las denuncias en la Fiscalía, que proporcione copia de sus resultados y si se comprueban esos actos antisindicales, “tome medidas suficientemente disuasorias para sancionar a los responsables”.
En torno a los tres acuerdos ministeriales emitidos por la cartera de Trabajo (2017-0029, 2018-0096 y 2018-0074), ASTAC denunció ante el Comité de Libertad Sindical (OIT) que constituyen un grave retroceso en cuanto a libertad sindical, derecho a la negociación colectiva, derecho de remuneración justa y salario mínimo. Además, que al permitir contratos temporales para actividades permanentes y establecer que el empleador puede terminar dichos contratos se expone a los trabajadores a la inestabilidad laboral.
El Gobierno ha negado que los acuerdos limiten la libertad sindical o la negociación colectiva, pues su objetivo sería adaptar la legislación a las realidades del sector bananero y regular las relaciones laborales en dicho sector.

 

EL PODER DETRÁS DEL PRESIDENTE

Periodismo de Investigación | 22 de enero del 2020 | Tiempo de Lectura: 7 min

Al día siguiente, Lenín Moreno, aceptó la renuncia y derogó el Decreto 417 de 23 de mayo del 2018, con el que creó la poderosa Consejería. Moreno agradeció a Cuesta por los valiosos y leales servicios prestados en el desempeño de sus funciones, dejando expresa constancia del reconocimiento al trabajo y los esfuerzos realizados”.
Desde entonces, todos pensaban que el exconsejero, honraría sus poderosas razones para dejar Carondelet y mantenerse lejos de los enfrentamientos políticos que afectaban a su familia y volvería a sus silenciosos negocios privados. Pero, en realidad Santiago Cuesta Caputi, nunca dejó el gobierno, solo hubo un movimiento escénico, un visillo que ocultaba el verdadero rostro del poder.
Hasta desde su casa, Cuesta ejerce el poder
“Me preocupa cuando nos ponemos exquisitos dentro del gobierno y se nos viene el mundo encima por cumplir las normas a la cabalidad…”. “El pedido de la reunión contigo era para darnos una mano, no nos bronquiemos”.
Las frases anteriores le corresponden a Santiago Cuesta Caputti. Se las dijo a un funcionario público cuando lo presionó para que libere con rapidez un lote de vacunas solicitadas por altos funcionarios de gobierno para cubrir, primeramente, necesidades familiares.
El audio, que es un monumento a los excesos del poder, evidencian cómo Cuesta, que ya no es funcionario, alardea su capacidad de ser por demás influyente en el presidente Lenín Moreno y tomar decisiones importantes.
El viernes 13 de diciembre de 2019 se realizó una reunión en la casa de Santiago Cuesta, en Guayaquil. Asistieron Daniel Calle, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) y David Salomon,  exdirector técnico de laboratorio de esa misma institución.
En el encuentro, Cuesta presionó a Salomon para que libere un lote de vacunas para la influenza, que no había cumplido todos los controles de calidad y tampoco con los tiempos y procedimientos de importación de medicamentos exigidos por la Arcsa.
El apuro era porque la temporada invernal había empezado y las vacunas para las campañas de vacunación, pregonadas por el Ministerio de Salud Pública, no estaban listas.
En la reunión, Cuesta, a  más de dejar en evidencia que su interés era cuidar la imagen del Gobierno, se confiesa como el hombre que domina la voluntad del presidente:yo soy de los pocos que puede decir que soy amigo de Moreno y que yo no trabajo para el Gobierno, yo trabajo para Lenín Moreno, ahora ya ni siquiera soy burócrata, sigo trabajando, sigo en la mesa chica, sigo yendo todas las semanas a Quito, trabajo con él tres días por semana, despacho todos los días con él”, dice Cuesta, mientras insiste que cuando se trata de resolverle los problemas a Lenín, él no pregunta, él actúa.
Antes de la reunión en casa de Cuesta, Daniel Calle había pedido por WhatsApp a Salomon priorizar y  “dar una manito para acelerar los trámites” para que las vacunas fuesen liberadas y no afectasen la imagen del Ministerio.
“Hasta que no conversemos y tenga las cosas claras no te voy a dar respuestas”, fue la réplica de Salomon. “¡No te pido nada  malo!”, dice Calle.  Salomon le recuerda que la mala planificación del Ministerio de Salud Pública ocasionó el inconveniente, pues las liberaciones debieron ser presentadas desde octubre. Usted plantea cubrirle los errores y mala planificación poniendo en riesgo el debido proceso de evaluación de vacunas que si se llegara a cometer alguna equivocación se vería afectada la salud de más  personas y sería mi responsabilidad. Creo que debe familiarizarse más con los procesos y las normas (…) si la ministra y el vicepresidente insisten con gusto detallo qué significa lo que solicitan…”, le responde David Salomon.

La demora en la liberación de las vacunas contra la influenza de la farmacéutica Sanofi, se dio porque éstas no cumplían todos los requerimientos exigidos por Arcsa. Las vacunas habían llegado al país con una etiqueta diferente a la registrada por la agencia de control sanitario. Las normas señalan que la etiqueta garantiza la autenticidad de un producto. Si este o cualquier requerimiento no se cumple, el reglamento de Arcsa es claro: el producto incumple con los procesos respectivos y deja de ser seguro y eficaz para la población.
La institucionalidad de una nación radica en el cumplimiento efectivo y eficaz de normas y procesos. Saltarse estos requisitos evidencia una discrecionalidad que no puede mal entenderse como libertad de elección. Es una potestad extralegal que abre el camino a la corrupción y este audio de Cuesta es el ejemplo de todo aquello que no debe hacerse en el servicio público.
Para Cuesta cumplir los procesos, significaba ponerse “exquisitos”. “A mí sí me preocupa cuando nos ponemos exquisitos dentro del Gobierno y se nos viene el mundo encima por cumplir las normas a cabalidad de al 1.1% todo, porque no, no lo vamos a lograr, siempre va a haber errores que se cometen, pero es peor lo que políticamente nos puede afectar y básicamente ese era…el pedido de la reunión contigo era “danos una mano, no nos bronquiemos”, dice Cuesta, quien presiona al funcionario de la Arcsa con supuestos reclamos del vicepresidente Otto Sonnenholzner, su padre, la ministra Catalina Andramuño y del colegio Alemán.
Al final, las vacunas fueron liberadas y Salomon despedido.

Cuesta: El poder detrás del Presidente
A Cuesta su condición de “amigo personal de hace 40 años” y consejero le ha  permitido estar al frente de los sectores estratégicos, de la privatización de las empresas estatales e incluso de asegurar que sobre la Refinería Esmeraldas se construirá una nueva y proponer al empresario que lo hará.
Dice que no le gusta la corrupción, que la combate, y es por eso que cuando ve un acto de corrupción él no pregunta, “yo destituyo, después le cuento al presidente: presidente, me he comido a fulano, zutano… ya me he comido a varios…le digo señor presidente por esto, por esto”.
“Yo tengo el poder del presidente Moreno de volarle la cabeza a cualquier acto de corrupción”, dice Cuesta, y con ese poder, según él, llevó a Otto Sonnenholzner a la vicepresidencia, con ese mismo poder protege a la ministra de Salud,  Catalina Andramuño, quien fue sugerida por Paúl Granda para ese cargo, según la confesión del exconsejero.
Cuesta también menciona la cercana relación que mantiene con “Jhonny”, a quien ve como un hijo. Johnny es el yerno del presidente, quien habría nombrado al director de la Arcsa.

LA TRAGEDIA DE LOS RÍOS

“Nos dijeron que tenían que operarlo, sacarle las amígdalas y que era algo sencillo, que muchas veces hacen esto, todos los días”, recuerda la atribulada madre de Jeremías, quien aún tiene gestos de incredulidad porque una situación así sencillamente no se puede creer.

Jeremías fue ingresado el 14 de enero y al día siguiente, miércoles 15 de enero, entró al quirófano a las 8 de la mañana. El niño posó para una foto levantando su pulgar, tranquilo, optimista, acostado en la camilla y con la ropa azul de cirugía.

Nada hacía presagiar una desgracia. Pero a las once de la mañana, vino el anuncio de una asistente de los médicos: “Señora, prepárese, su hijo se puso mal, le dio un infarto. Estamos tratando de reanimarlo y confiemos en Dios”. Y solo minutos después les confirmaron a sus padres que había muerto. La hora oficial de su fallecimiento que consta en el hospital era las diez con treinta y dos minutos de la mañana. La médica que lo operó es cubana.

Lo que vino después fue como el fin del mundo para los padres y abuelos. A más del dolor de perder un pequeño hijo, está la incertidumbre de no saber lo que realmente pasó y si existe uno o más responsables de esta tragedia. “Se están haciendo las investigaciones respectivas y cuando estén los resultados, en unos veinte días, los diremos”, ofrecieron las autoridades del hospital en rueda de prensa. Pero los familiares no quisieron esperar y la protesta fue inmediata. Y la Fiscalía comenzó a actuar.

“Aquí no mataron un perro, era un niño que recién comenzaba a  vivir y queremos saber quien es el responsable de la muerte de mi sobrino”, declaró Ángel Calero Jiménez, tío de Jeremías y, además, concejal del cantón Babahoyo. Dijo algo más en el primer plantón que realizaron en las afueras de la Fiscalía:

“No es justo que estos señores vengan a vender los puestos en el Seguro y ponen gente que no está preparada y todo esto perjudica a la ciudadanía. Esto es una sola argolla, hay que decir lo que es. Quien pone y vende los puestos en el Seguro es Marcia Arregui. El pueblo y la ciudadanía tiene que saber”.

Esta no fue la primera vez en el nuevo año que saltó a la luz el nombre de la asambleísta del partido de gobierno, Alianza País, Marcia Arregui. Recién comenzaba el 2020 y, el 3 de enero, en este mismo hospital se realizó una singular protesta: se trataba de los trabajadores de la cocina que ese día paralizaron sus labores y salieron a rechazar lo que ellos consideraban un abuso, pues decían que les habían concluido su contrato debido a que no habían accedido a pagar la coima respectiva.

  • ¿Quién estaría detrás de todo esto?, preguntó un periodista del medio digital Click.
  • Los asambleístas. Sabemos que esto es aquí propiedad de la asambleísta Marcia Arregui, y ellos son los que ponen, disponen, con su hijo también. Ellos disponen aquí quienes son los proveedores y quien no da la colación, no entra, no tiene la venia. Y eso es un secreto a voces,todos los sabemos”, contestó Yahaira Vásquez, representante de la contratista de alimentación del hospital.
  • ¿Los directivos actuales del hospital son puestos por ellos?, pregunta el periodista.
  • “Claro, por supuesto. Los de Compras Públicas, Servicios Generales, Dirección General, todo. Trabajan en equipo”.

El problema, según la contratista Yahaira Vásquez, se dio porque no quisieron pagar una coima de USD 100.000, por un contrato de casi USD 800.000, pago que tendría que darse anualmente. “No estamos dispuestos a seguir callando, ya es hora que esta olla de grillos se destape. El pueblo no puede ser tonto útil de estas personas. Estamos cansados. Y nos dijeron que venían de parte de la Asambleísta Arregui”.

Una autoridad del gobierno lo confirma: sí hay reparto de hospitales

“En efecto. El reparto de los hospitales a los asambleístas es real. Existe. Eso es un hecho que se viene dando desde hace tiempo y continúa. Yo le cuento, pero no puede decir la fuente, porque yo soy una autoridad del gobierno. Y en el momento que salga que de mí salió la información, en ese mismo instante estoy afuera. Y yo quiero seguir. Usted me entiende, no quiero tener problemas y el poder político es más fuerte estando adentro”.

Una alta autoridad del gobierno -en funciones- corroboró la información que hemos publicado respecto a #ElRepartoDeHospitales. No solo eso. También aportó  información adicional, como que el hospital del IESS de Quevedo le correspondió al presidente de la Asamblea, legislador de Los Ríos, César Litardo.

Y habló de Ximena Chactong, asambleísta nacional recientemente titularizada debido a que el principal, Carlos Viteri Gualinga, ahora está en México como asilado político, junto a otros correístas. Chactong es morenista: “Para ganar ese votito, el gobierno le dio la Dirección Provincial del IESS de Los Ríos”, explica la autoridad. Añade que el hospital general de Babahoyo lo tienen Marcia Arregui y Kharla Chávez, asambleístas del oficialismo.

Estas versiones apuntan a que el gobierno de Lenin Moreno tuvo que recurrir a la antiquísima práctica del reparto del poder -que ya pasó antes, prácticamente en todos los gobiernos- para ganar débiles lealtades y muy condicionados votos en el Parlamento. Casi nada.

Pero a cambio, tuvo que entregar mucho. Demasiado, si se toma en cuenta el costo que le representa al país el manejo político de casi todas las casas de salud. De las grandes y hasta de las pequeñas. Los hospitales básicos y también los especializados.

Representa una tarea difícil encontrar un hospital que esté libre de este reparto. Pero a la mano y a la vista aparecen los que sí están contaminados. Al respecto, ya hemos presentado informes de lo que pasa en el hospital Teodoro Maldonado de Guayaquil y otro con el reporte de lo que ocurre en las provincias de Manabí, Santo Domingo y Carchi en nuestra serie #ElRepartoDeLosHospitales

El esquema es repetido y el resultado es nefasto. La Contraloría General del Estado no se da abasto para auditar tantos contratos repletos de irregularidades y de sobreprecios que van desde el 100% hasta el 1500%. No es un error de tipeo, son esas las proporciones.

En la provincia de Los Ríos no es diferente y las redes sociales se han convertido en una válvula de desfogue de actos irregulares  al por mayor.

Inclusive en Los Ríos el tema pasó a mayores instancias, como la denuncia presentada en la Fiscalía de Babahoyo por parte de Renato Moreira quien hasta el 27 de octubre del año pasado era el Jefe de Compras del hospital del IESS de Babahoyo.

Ese día renunció y después fue a la Fiscalía a denunciar que “hoy he sido maltratado y amenazado por un individuo que conozco es un proveedor que viene de la ciudad de Milagro, junto a otras personas más. Dentro del hospital se están aceptando cosas irregulares con las que yo no estoy de acuerdo.

Se puede evidenciar con las cámaras de seguridad como esta persona entró de manera intempestiva y me amenazó porque yo nunca me voy a prestar a deshonestidades. Me dijo que me va a hacer meter un tiro en la cabeza, que conoce donde estudian mis hijos, que sabe de la situación laboral de mi esposa…se ha amenazado a un funcionario público y por eso renuncio, lamentablemente”, expuso Moreira.

La clínica que se construye en la propiedad de Arregui 

En el cantón Ventanas se construye en el terreno de la asambleista Marcia Arregui lo que parece ser una nueva clínica. Ella no confirmó el hecho porque dice que la construcción no le pertenece.

La asambleísta Marcia Arregui ha sido la principal señalada en el tema de reparto de hospitales en la provincia de Los Ríos. Y ella dice estar cansada de esta situación, a la que califica de calumnias en su contra, porque no tiene nada que ver ni se ha enterado de que las casas de salud se han convertido en un botín político que el gobierno se ha encargado de repartirlo en porciones.

Por eso ha puesto dos denuncias, una en contra de los proveedores de alimentos del hospital del IESS y otra contra el tío del niño Jeremías recientemente fallecido, quien también es concejal de Babahoyo.

“Esto tiene que parar en algún momento y hay que sentar un precedente. La gente no puede abrir la boca y decir las cosas porque le da la gana, porque le sale del estómago. Yo no tengo nada que ver, absolutamente nada, en los puestos públicos del Estado”, nos dijo en entrevista telefónica.

Lo que sí confirmó es que su hijo ocupa el puesto de Director Provincial de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario Agrocalidad, y su nuera es la Directora Provincial del Seguro Social Campesino, cargos en los que asegura no tuvo nada que ver.

“A mucha honra, mi hijo es director de Agrocalidad, es un joven profesional que trabaja y está en su derecho. Si es un buen funcionario, bienvenido sea, no es un parásito de la sociedad. Mi nuera está en el Seguro Campesino y no la he puesto yo, tiene casi diez años allí. No entiendo, si fueran sicarios, prostitutas, delincuentes, allí deberían preocuparse. Mientras tanto, deberían estar tranquilos. Preocúpense de la inseguridad, violaciones, robos, pero ya deberían dejar de hacer daño a la gente que ayuda a quien necesita”, dijo indignada.

Por otra parte, en el cantón Ventanas ha llamado la atención en los últimos meses la construcción de lo que parece será una nueva clínica que funcionará en este cantón de Los Ríos. Así lo comentan los ciudadanos de esta ciudad y también de la provincia, que además saben que el terreno donde se levanta este inmueble pertenece a la asambleísta Marcia Arregui.

Lo que se dice es que allí funcionará una clínica de hemodiálisis. Pero en entrevista con este medio, la asambleísta no pudo confirmar si eso será de esta manera, pues indicó que si bien la construcción está dentro de su terreno, los dueños son otros: “Eso es de dos señores, gente muy conocida acá. Y yo puedo construir, si es mi terreno”.

  • P: ¿Usted no sabe que es lo que están construyendo?
  • Desconozco, tiene que preguntarle a los señores.                         
  • P: Dicen que es una clínica de diálisis.
  • Bueno, no sé, usted también como periodista me parece que está pasándose del tema.
  • P: Lo que yo hago es preguntarle.
  • Le estoy contestando que le pregunte a las personas que están construyendo.

Y colgó.

Este medio intentó tener la reacción del presidente de la Asamblea, César Litardo, sobre el manejo político de la salud, en el que también fue mencionado. Pero planteado el asunto a su asesora de comunicación, no hubo una respuesta positiva.

Durante el correísmo, en la provincia de El Oro se dio el caso de que dos nuevas clínicas, de propiedad del hijo del entonces asambleísta oficialista Montgómery Sánchez, fueron beneficiadas como prestadoras externas del IESS, que se convirtió en su principal cliente. En ese momento, a pocos les llamó la atención el hecho, pero confirma que el asunto no es nuevo ni una creación reciente del morenismo.

Granda no lo niega, para Romo no hay reparto 

Paúl Granda, presidente del directorio del IESS, fue entrevistado en Teleamazonas por la periodista Janet Hinostroza, el pasado 14 de enero y no descartó el reparto de hospitales a los asambleístas. Él explicó que “hemos sido francos y directos sobre este tema: no vamos a permitir que nuestros hospitales sean cuotas políticas de nadie”.

-Pero ya lo son, replicó Hinostroza.

Entonces vino la apurada respuesta del funcionario: “Hemos aprobado un reglamento para que se descarte todo tipo de influencia directa o indirecta y con ese reglamento ahora se hace un proceso de selección de manera sistemática para que entre gente profesional. Si es que existe un manejo político, un manejo interesado para beneficiarse de nuestros hospitales o para adquirir medicamentos a la voz del Carnaval, no lo vamos a permitir. Vamos a actuar con rigurosidad. Vamos a proteger hasta el último centavo de los afiliados”.

Entonces la periodista le lanzó un reto al funcionario:  “A todos los televidentes que tengan cuestionamientos de nombramientos de directores o funcionarios de los hospitales del IESS, mándenme los nombres de esas personas, recomendados o familiares de políticos o asambleístas, y le paso a usted esa lista para que la revise y la depure. No puede haber personas que no sean técnicas a la cabeza de los hospitales”.

Granda aceptó el reto: “Por favor, páseme la lista. Esto es una obligación y les pido por favor a los ciudadanos que tengan información de un manejo inadecuado de los hospitales, hágannos saber. Tenemos un comité de ética que ha procesado más de sesenta denuncias. Ayúdennos en la lucha contra la corrupción”, respondió Granda.

Granda no pudo negar la situación del reparto de hospitales. La ministra de Gobierno María Paula Romo, sí lo hizo, tajantemente. Y eso que su propio tío, Andrés Romo, fue grabado por la ex gerente del hospital del Tulcán, cuando la llamó para presionar por la adjudicación de un contrato.

Del tema también decía no saber absolutamente nada la hasta hace poco Secretaria Anticorrupción de la Presidencia, Dora Ordoñez Cueva, cuando fue entrevistada por este medio para conocer las acciones que había tomado el gobierno ante las revelaciones hechas durante las últimas semanas. La respuesta fue que no había ninguna acción sobre dicho reparto, porque no estaba enterada.

Los que sí se enteraron y crearon un observatorio al que denominaron “ciudadano” para que vigile todo lo que pasa en torno al IESS, fueron los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.

Su presidente, Christian Cruz, posesionó al coordinador de este Observatorio, que resultó ser César Rodríguez, ex asambleísta correísta, ex candidato bucaramista, ex seguidor de Paúl Carrasco y de Guillermo Lasso, y hace apenas un mes, efusivo militante pro candidatura presidencial de Jaime Nebot, en Quito.

César Rodríguez como observador del IESS es como Drácula siendo observador del Banco de Sangre, dice Fernando Villavicencio, director del portal La Fuente.

Como suele ocurrir, la acción más efectiva ha venido de la parte ciudadana de la sociedad. Eso ha hecho la Comisión Anticorrupción liderada hasta hace poco por Jorge Rodríguez y actualmente, por Germán Rodas. Ha sido esta Comisión la principal vocera de las irregularidades que pasan en los hospitales públicos en todo el país.

Y lo continúa haciendo: la última denuncia presentada hace una semana no es menos grave y se refiere a que los beneficiados a dedo con convenios de pago por venta con sobreprecios de insumos y medicamentos en los hospitales del IESS de Guayaquil Teodoro Maldonado y Los Ceibos, se mudaron, y ahora ganan subastas inversas en los hospitales públicos de Quito.

“¿La mafia cambió de residencia y la Ministra de Salud Catalina Andramuño, igual que sus antecesoras, se limita a contemplar las estrellas?”, cuestiona la Comisión.