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Renegociación de contratos de preventa de crudo, prueba de fuego para el gobierno de Lasso

  • 5 de agosto de 2022 |
    mh

El gobierno de Guillermo Lasso se apresta a renegociar dos contratos de preventa de crudo a largo plazo que garantizan parte de la deuda con Petrochina. La negociación de los contratos 2011-203 y 2016-279 (cada uno por $2000 millones) se cocina por meses y se prevé que las autoridades de Petroecuador firmen los nuevos acuerdos a finales de agosto en Beijing.

El volumen original de los contratos es de 177,48 millones de barriles. Hasta junio del presente año el contrato 2011-203 entregó 162 millones de barriles y el remanente, que es parte de la nueva negociación representa 15,39 millones. El llamado 2016-279 fue por 129,48 millones de barriles y el pendiente de entrega desde julio de este año es 60,95 millones.

El objeto del acuerdo es que al menos 192 cargamentos de crudo que están pendientes de entrega hasta 2024, se extiendan hasta 2027. Ello implica reducir la entrega del número de barriles a Petrochina, por eso se requiere un nuevo contrato en el que se compense con mas cargamentos a la empresa china a fin de que pueda cumplir las obligaciones previamente adquiridas con sus usuarios finales.

La reprogramación, según información de las autoridades petroleras, implica liberar 32 cargamentos para que Petroecuador los venda en el mercado spot. Pero no parece un buen negocio cuando Petroecuador se encargaría de dotar de 80 cargamentos adicionales a Petrochina, para que cubra sus obligaciones, ¿bajo qué condiciones?, nada está claro aún.

Este nuevo acuerdo solo puede ser posible si se constituye una nueva fórmula que establezca el precio del crudo a valores del mercado, entiéndase bajo precios de una venta spot; mantener las fórmulas de precios bajo los contratos del pasado sería sacramentar la corrupción de los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno. De firmarlo en esas condiciones el correísmo será el primero en felicitar a Lasso y su gobierno.

Este medio pudo conocer que el nuevo acuerdo implicaría considerar el promedio del mercado actual de Platts y Argus para establecer la tarifa del diferencial. Intentaría además mejorar en 40 centavos el factor flete y sacar beneficio en el precio de transporte; se agrega el pago directo 15 días posterior al levante del crudo. Se estima un beneficio mensual de $20 millones para Petroecuador. Pero nada es seguro hasta que el contrato se firme y se conozca su contenido públicamente. Si es que acaso lo hacen público.

Todo lo relacionado a la deuda china lleva el manto de poca transparencia y corrupción. En Estados Unidos se llevan adelante dos juicios federales por sobornos a autoridades ecuatorianas en los contratos de preventa de crudo y derivados; se investiga el reparto de 90 millones de dólares en los casos Vitol y Gunvor.

Los contratos además tienen condiciones draconianas, por ejemplo la cuenta de Petroecuador en el Banco de Desarrollo de China es controlada por Petrochina, la liquidación y manejo de cuentas está bajo legislación china, ademas hay un protocolo impuesto por el prestamista por montos insatisfechos para cobrarse valores en disputa. De hecho al momento que se negocia hay un valor en las cuentas de ese banco por 270 millones en favor de Petroecuador que no se han repatriado.

Las condiciones del nuevo contrato propuesto a largo plazo se respalda en la resolución Petro-PGG-2022-0007-RLS de 19 de enero de 2022 que delega al gerente de Comercio Internacional autorice los procesos precontractuales y las modificaciones o renovaciones y suscriba todos los contratos que se requieran.

Cuando las negociaciones finalicen se deberá contar con la autorización del directorio para el inicio del proceso de contratación directa para lo cual el Gerente General  emitirá un informe motivado que tendrá además el informe de la gerencia de comercio internacional.